Se accede al Alcázar a través de una sucesión de patios y jardines. El primero de ellos, encastillado entre antiguas murallas es el Patio del León, toma el nombre de la heráldica situada en la puerta de entrada, aunque también puede deberse a la presencia de leones encadenados en tiempos de los primeros reyes cristianos, simbolizando su poder y realengo. Frente a este devenir animal del patio, la vegetación transmite hospitalidad. Así, nada más entrar, a la izquierda, dos cipreses dan la bienvenida de manera similar a como los romanos comunicaban asilo y cobijo al visitante. Este mensaje encuentra eco en dos grandiosas ceibas situadas simétricamente, como la disposición del propio jardín, limitado por setos de arrayán. Desde este espacio, que fue ocupado entre 1626-1679 por el afamado corral de comedias de la Montería diseñado por Vermondo Resta, se accede al Patio del Yeso a través de la sala de la justicia o al patio de la Montería a través de una antigua muralla horadada con tres grandes vanos.